Existen una serie de prejuicios sociales que más que “condicionalismos”,
definidos éstos como lo correctamente aceptado e interpretado por la sociedad,
son limitaciones mentales sociales con respecto a una serie de estereotipos que
vemos a nuestros alrededor; es así como Amee Mullins, deportista, modelo y
activista social nos muestra en éste pequeño vídeo de 10 minutos como la discapacidad
física es vista con desdén y esa misma sociedad enseña que lo correcto es la diferencia,
sin embargo existe otra visión, una manera en que se puede apreciar que los
impedimentos físicos que causan estigmas son en realidad la puerta a otras
posibilidades con un mundo de ventajas y que por las razones antes expuestas no
son vistas por todos.
En efecto, la sociedad recurre a la tecnología para afrontar las
dificultades en los distintos ámbitos del quehacer humano y las discapacidades
físicas encabezan la lista de prioridades, sin embargo no se aprecian ni son
bien vistas las ventajas decisivas que el desarrollo de nuevas tecnologías
puede ofrecer, se nos enseña que es necesaria la inclusión pero ésta no tiene
que ver solo con que las personas discapacitadas puedan tener las mismas
ventajas o prerrogativas que personas con total capacidad, sino que también
tiene que ver con la necesidad de vencer las barreras mentales que la misma
sociedad impone, esas barreras mentales que implican lástima y bajar la mirada
y que no hacen más que revelarse como un nuevo tipo de discriminación.
Pocas personas pueden ver en las tecnologías algo más que simples
herramientas, cuando en realidad con un uso adecuado no solo a necesidades
básicas sino a necesidades emocionales, pueden ser la base del desarrollo de
nuevas potencialidades en cada ser humano. En efecto, el desarrollo técnico y
tecnológico ha modificado en gran medida nuestro ritmo de vida, todas las
facilidades tecnológicas implican un correcto uso del conocimiento e incluso
son estandarte en el campo de la salud entre otros, sin embargo ésta misma
sociedad que desarrolla la herramienta no ha podido ir más allá de solo cubrir
una necesidad, está en manos de los mismos usuarios de las innovaciones y
avances el hecho de “humanizar” ese recurso tecnológico a fin que cada
individuo pueda no solo sentirse incorporado o incluido, sino que también pueda
vencer la barrera mental con que es observado, pueda también sentir que posee
una nueva ventaja en el desempeño de sus labores diarias, en fin, que pertenezca
a la sociedad sin que haya distinción de ningún tipo por el hecho de ser
diferente al usar un recurso derivado de la tecnología.
Pienso que el reto no es solo el desarrollo técnico y tecnológico, sino su
modelado social como un elemento necesario pero normal dentro del devenir diario
del quehacer humano, que permita una interacción de individuos que puedan
explotar su potencial a partir de una discapacidad para que ésta deje de serlo
y pase a ser una ventaja competitiva e incluso decisiva ante otros individuos,
aunque para ello requiramos el concurso de personas ajenas a la tecnología que
nos permitan variados puntos de vista con el objetivo de bajar esa barrera
mental de vernos diferentes.
realmente el reto es no a la deshumanización o alentar la humanización apoyándonos en la tecnología para el aprendizaje y desarrollo
ResponderEliminar